Lo decía el papa Francisco en su “Mensaje urbi et orbi de la Pascua 2020”:
Es otro “contagio”, que se transmite de corazón a corazón, porque todo corazón humano espera esta Buena Noticia. Es el contagio de la esperanza: «¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!». No se trata de una fórmula mágica que hace desaparecer los problemas. No, no es eso la resurrección de Cristo, sino la victoria del amor sobre la raíz del mal, una victoria que no “pasa por encima” del sufrimiento y la muerte, sino que los traspasa, abriendo un camino en el abismo, transformando el mal en bien, signo distintivo del poder de Dios.
El Mensaje señala algunas prioridades para este tiempo que no puede ser tiempo de indiferencia, egoísmo, división u olvido. Acceso al texto completo del Mensaje aquí.
Pero ahí están las realidades de nuestro mundo que esta crisis no ha paliado, sino que las está agravando. Por eso hacen falta decisiones valientes que pueden ir desde atreverse a dejar de fabricar armas, condonar deudas, aparcar enemistades, violencia y guerras… acoger a refugiados e inmigrantes, albergar a los sin techo… No podemos perder la oportunidad de mostrar la solidaridad recurriendo incluso a soluciones innovadoras, como pedía Francisco a Europa.
Alto el fuego global
También el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, había pedido el 23 de marzo un alto el fuego global:
“La agresividad del virus ilustra la locura de la guerra. Necesitamos poner fin al mal de la guerra y luchar contra la enfermedad que está devastando nuestro mundo. Por eso, hoy pido un alto al fuego mundial inmediato en todos los rincones del mundo. Es hora de “poner en encierro” los conflictos armados, suspenderlos y centrarnos juntos en la verdadera lucha de nuestras vidas”.
Guterres, especialmente activo en esta situación mundial, sabiendo que en estas fechas las tres religiones monoteístas celebran festividades importantes, ha pedido a los líderes religiosos de todos los credos “que unan sus fuerzas y trabajen por la paz en todo el mundo, centrándose en nuestra batalla común para derrotar el COVID-19”. Renovemos, dice, la fe en nuestra humanidad común.
Info IT.